A partir de los 6 meses tu bebé ya está listo para comenzar la Alimentación Complementaria (AC), para estar segura de ello, debes acudir con el pediatra para que él confirme sí tu bebé está  lo suficientemente erguido y cumpla con las características necesarias para deglutir los alimentos sin problema. Este proceso no se trata únicamente de ingerir los nutrientes necesarios, sino que se hacen presentes habilidades motrices, cognitivas y sensoriales que ayudarán al desarrollo de tu bebé.

A lo largo de los años, las recomendaciones sobre esta etapa han variado mucho, esto se debe a que las investigaciones científicas descubren, cada vez más, beneficios y estrategias sobre la AC. Por eso, te recomendamos informarte sobre los últimos hallazgos y evitar seguir recomendaciones que se llevaron a cabo hace mucho tiempo.

Hoy en día, se sabe que la manera en la que un niño comienza la AC es esencial para establecer hábitos alimenticios por el resto de su vida. ¿A qué se debe esto? Se ha comprobado que la mayoría de los niños que presentan algún rechazo a ciertos alimentos es más por cuestiones de textura que por sabor. Así es, la lengua no sólo es receptiva del sentido del gusto, sino también táctil y por ello, es importante incorporar durante este periodo la mayor cantidad de texturas y sabores posibles.

Existen 3 tipos de AC: papilla, BLW y BLISS. La primera es la más conocida, ya que se presentan los alimentos machacados y se da con cuchara para que se facilite al bebé. La ventaja es que no existe el riesgo de atragantamiento y asfixia, sin embargo, no se experimenta con texturas; ya que la cuchara no permite explorar con las manos y la lengua no reconoce las diferentes presentaciones de los alimentos. Las siguientes BLW (Baby Led Weaning) y BLISS (Baby Led Introduction to Solids) se enfocan más en la interacción del bebé con la comida, permitiendo que la experiencia con los alimentos promueva a que el cerebro tenga más información y los acepte con mayor facilidad.

No existe una regla para llevar a cabo este gran reto, sin embargo, es importante estar informados, consultar siempre con tu pediatra y elegir lo que más se ajuste a tus necesidades. Tomando en cuenta que será una etapa que tú y tu bebé deben disfrutar.